CULTIVO DE PISTACHO ECOLÓGICO
Desde ese momento siempre soñamos con producir un pistacho de máxima calidad.
Nuestra empresa familiar Pistachos Luna, nace con la ilusión y vocación de consolidar el cultivo del pistacho ecológico en nuestra tierra.
Gracias a nuestros padres, que nos han inculcado desde pequeños el amor por la naturaleza y por la agricultura, hemos querido construir este proyecto en nuestra zona, que reúne unas condiciones privilegiadas gracias al micro clima con el que contamos.
Todo esto, unido a nuestra apuesta moderna y sostenible, hace que hayamos conseguido una propiedades organolépticas excepcionales en nuestro pistacho.
El proceso se realiza de forma artesanal, desde la recolección hasta su envasado y comercialización, de esta manera, podemos garantizar que se cumplan las máximas exigencias de calidad. Contamos con certificación ecológica y registro sanitario 21.036232/GR.
Nuestra finca, está ubicada en Cuevas de Luna, una pedanía de Benamaurel en pleno corazón del Altiplano y dentro del “Geoparque de Granada“. Contamos con un enclave privilegiado rodeado por los parques naturales de las sierras de Baza y Castril.
Nuestro clima con inviernos muy fríos y veranos muy calurosos unido a la baja humedad y características de nuestro suelo, hace que para nuestra variedad de pistacho Kerman, sean unas condiciones ideales en su desarrollo.
En Pistachos Luna creemos que hay que hacer las cosas bien. Es por ello, que nuestros pistachos ecológicos son muy recomendables para una dieta sana y equilibrada.
Durante el resto del año realizamos diversas tareas, como pueden ser, poda, limpieza de malas hierbas y revisión del cultivo. En nuestras redes sociales, iremos compartiendo el día a día de nuestro trabajo en la finca, os animamos a que nos podáis seguir, suscribiéndoos al boletín informativo y/o diferentes redes sociales y así compartir esas experiencias.
Empresa de Cultivo de Pistacho Ecológico
Somos ecológicos porque queremos alimentos de máxima calidad, respetando nuestro entorno y la fertilidad del terreno.
Comprometidos con una producción respetuosa con el medio ambiente, la biodiversidad y el bienestar de los animales, estamos sujetos a controles y normas muy rigurosas, los puntos más importantes serían los siguientes:
- Una gestión agrícola sostenible sin uso de insumos químicos
- El respeto a la biodiversidad
- La preservación de los recursos naturales
- El bienestar de los animales de nuestro entorno
- Un método de producción que utiliza sustancias y productos naturales
Queremos reforzar la confianza del consumidor, es por ello, por lo que nos esforzamos en contribuir de la mejor manera al medio ambiente.
Comencemos el cambio
La importancia verdadera de la agricultura ecológica es volver a nuestras raíces y cultivar de una forma natural, respetando el tiempo de crecimiento y los tratamientos naturales que debe llevar el pistacho.
El mercado nos trasmite la idea de correr contra el tiempo y agilizar los procesos, creemos que es hora de hacer un cambio y comenzar a cultivar de forma orgánica y sostenible. Hacer un futuro mejor para nuestros hijos está en nuestras manos.
Pistachos Luna Conocenos
LA HISTORIA EN HISPANIA
Los pistachos han formado parte de la dieta de los seres humanos desde finales del paleolítico, hay evidencias de su consumo desde el año 12.000 a 4.000 (a.c.). Hay referencias legendarias de la reina de Shaba, regalando pistachos al rey Salomón
El Pistacho se introdujo en España (Hispania) en el siglo I de la mano de Pompeyo Craso (63 dc), conocido en la antigüedad como "Pistacia Vera" de origen Asiatico (Siria, Ahganistan, Iran, Irak, Turkia).
Durante la dominación árabe comienza a desarrollarse entre los años (711 a1031 dc), en los años de ocupación árabe se convirtió en un cultivo agrícola, especialmente en la zona de Andalucía.
En un tratado de agricultura del Siglo XII, se hace referencia al cultivo, explicando como germinar las semillas.
En el periodo de la reconquista cristiana, es cuando se empezó a cometer errores, eliminando árboles macho que no eran productivos (es una planta anemófila) pero las hembras si los necesitaban para la fecundación del polen, de esta manera, las hembras dejaron de dar fruto y así fue desapareciendo el cultivo. Hasta que en los años 80 una serie de agricultores valientes lo fue introduciendo en España y por las condiciones climáticas a vuelto a adaptarse perfectamente a nuestro suelo y clima.